miércoles, 22 de febrero de 2012

Evolucion del hombre.

El estudio de los orígenes y el desarrollo humanos, la Paleontología humana, cristalizaba en la década de 1860 con las aportaciones de diferentes ramas de la ciencia natural y social: la anatomía comparada y filogenética, la antropología, la arqueología y la geología, entre otras.
Tres acontecimientos científicos aportaron nuevas perspectivas al estudio de los orígenes humanos, y a la existencia del “hombre fósil”: el descubrimiento del hombre de Neandertal en 1856, la formulación de la teoría de la evolución de Darwin en 1859,  y la aceptación general de la tesis de Boucher de Perthes sobre la gran antigüedad del hombre, basada en la identificación de útiles paleolíticos.

Australopithecus

Género de homínidos que apareció hace unos cuatro millones de años. Tenía un cráneo aplanado, con mandíbula prominente, una reducida cavidad encefálica (450-750 cm3) y una pelvis que le permitía deambular en bipedestación. En 1924 Raymond Dart descubrió en Taung (Sudáfrica) un cráneo fósil infantil que determinó al año siguiente como Australopithecus africanus. En los años treinta, Robert Broom encontró restos fósiles en Sterkfontein y Kromdraai (Sudáfica) para los que propuso los nombres Plesianthropus (1947, más adelante identificado como Australopithecus) y Paranthropus robustus.

Este homínido no fue aceptado como tal hasta finales de la década de 1940, ya que no entraba en el esquema de la evolución humana defendido por las principales autoridades en paleoantropología de la época. El descubrimiento en 1969 del cráneo KNM ER 406 por R. Leakey y H. Mura asignado a Paranthropus boisei, se correspondería con una de las formas "Robustus" (Dart, 1930) que coexistieron con Australopithecus africanus y Homo ergaster en las mismas zonas del sur de África.

 

Niño de Taung, 1924. Australopithecus africanus





Homo habilis

Homínido de características intermedias entre el Australopithecus y el Homo erectus, por lo que algunos especialistas propusieron llamarle “Australopithecus habilis. Apareció hace unos dos millones de años. Vino a llenar una laguna filogenética importante.

La especie Homo habilis fue propuesta en 1964 por Louis Leakey, Phillip Tobias y John Napier a partir de restos fósiles descubiertos en Olduvai (Tanzania).

En 1972 Bernard Ngeneo, miembro del equipo de buscadores de fósiles llamado “Banda de Homínidos”, descubrió el cráneo KNM-ER 1470 en Koobi Fora (Kenya). Una primera datación errónea de su antigüedad provocó una intensa controversia científica de gran repercusión mediática, sobre si el antecesor más antiguo había sido el Australopithecus afarensis, Lucy, que postulaba Donald Johanson o una especie del género Homo como defendía Richard Leakey. Llama la atención que los restos que pesaron definitivamente en la aceptación general de Homo habilis, se adscriba hoy a otra especie, Homo rudolfensis, aunque todavía no hay un acuerdo general.

Homo habilis, Leakey, Tobias y Naper, 1964



Homo erectus

Apareció hace millón y medio de años. Con un cráneo y una mandíbula aún primitivos, tenía una pelvis moderna y andaba erguido. Su capacidad craneal oscilaba entre 850 y 1.100 centímetros cúbicos.

El hallazgo en Java de restos fósiles del Pithecanthropus erectus por el anatomista holandés Eugene Dubois, a finales del siglo XIX, tuvo un gran impacto que sobrepasó el ámbito científico. Dubois, tras regresar a Europa de su viaje a las colonias holandesas de las Indias Orientales, presentó sus hallazgos en numerosos foros y congresos europeos como el eslabón perdido, pero no hubo consenso en la interpretación de los fósiles del  Pithecanthropus.  En la década de los años veinte en las excavaciones efectuadas en Zhoukoudian, cerca de Pekín, se encontraron restos fósiles a partir de los cuales el anatomista canadiense Davidson Black determinó el género Sinanthropus pekinensis Pithecanthropus erectus y otros fósiles se han agrupado bajo la denominación Homo erectus
 
Homo erectus, Dubois, 1892



Homo rhodesiensis

Fue hallado por primera vez en 1921 en Broken Hill, en la antigua  Rhodesia del Norte (actual Kabwe, Zambia), de ahí su nombre. Presenta rasgos morfológicos comunes con otras especies del género Homo que parecen “arcaicos”, por lo que se les ha querido agrupar bajo Homo heidelbergensis, aunque también se sigue proponiendo adscribirlo a Homo erectus.

Hombre de Rhodesia


Homo neanderthalensis

Inicialmente considerada una especie diferente de Homo sapiens, en 1964 se propuso adscribirla a ella como la subespecie Homo sapiens neanderthalensis, pero hoy se acepta su especificidad con su denominación original de 1864 Homo neandrthalensis. Apareció hace unos 100.000 años. Su cráneo presentaba notables diferencias con el hombre actual: torus supraorbitario macizo en forma de plataforma ininterrumpida por encima de las órbitas, mandíbula robusta sin eminencia mentoniana, etc. Sin embargo, su capacidad craneal es comparable a la del hombre actual. El episodio clave en los orígenes de la Paleontología humana fue el hallazgo en 1856 de restos humanos en una cueva del valle Neander (Alemania). La controversia se inició al presentarse los ejemplares a la comunidad científica como huesos humanos antiguos pertenecientes a alguno de los primitivos habitantes “salvajes” de Europa. Hubo quienes pensaron que los restos no eran humanos por el parecido de sus cráneos a los de gorilas y chimpancés. Para otros, los huesos habrían pertenecido a un hombre moderno con alguna deformidad patológica aquejado de idiotez y raquitismo. Incluso se llegó a sugerir que los restos podrían corresponder a algún jinete cosaco que habría acampado en esos lugares en 1814 y se habría ocultado enfermo en la cueva, donde murió.  El examen de un cráneo olvidado (Gibraltar, 1848) apoyó las tesis de que el de Neander no era un caso singular, sino que una antigua “raza” parecía haberse extendido desde el Rhin hasta el sur de la Península Ibérica. William King propuso entonces, 1864, la denominación Homo neanderthalensis. A comienzos del siglo XX se descubrió el esqueleto neandertal de La Chapelle-aux-Saints (Francia). Marcellin Boule, profesor del Muséum National d’Histoire Naturelle (París), realizó una descripción anatómica del esqueleto que acabó siendo controvertida y criticada. Partiendo de ideas preconcebidas describió al hombre de neandertal como un tipo simiesco y grotesco que caminaba con dificultad, erecto pero con las rodillas flexionadas, lo que determinó su expulsión de línea filogenética de Homo sapiens.

Homo neanderthalensis, King, 1864 Homo neanderthalensis, King, 1864



El Hombre de Cromagnon (Homo sapiens)

En 1868, en la cueva de Cro-Magnon (Les Eyzies, Dordogne, Francia) se descubrieron restos óseos de cinco individuos de diferentes edades y sexos, en un lugar de difícil acceso a través de un espacio muy estrecho. Al fondo se encontraba el cráneo de un anciano y, alrededor, los esqueletos de otros cuatro individuos, uno perteneciente a una mujer con una herida profunda en la frente y, a su lado, el de un niño en avanzada fase de desarrollo fetal. En medio de los restos humanos había conchas marinas agujereadas para servir de adorno en collares y brazaletes, además de un amuleto hecho de marfil de elefante, cornamentas de ciervos y restos de otros animales, y raspadores de sílex. Fueron estudiados por Louis Lartet. Nos encontramos ante el hombre moderno.

Cro-Magnon, 1868. Homo sapiens, Linneo,1758


cerebro triuno

Paul Mac Lean, celebre psicólogo, gran estudioso del cerebro humano, definió lo que se conoce como el cerebro triuno, este concepto distingue hasta tres niveles dentro del cerebro. Estos son el cerebro reptil, el cerebro limbico y el cerebro cortical.
El reptil es la parte mas primitiva de nuestro cerebro, aquí se procesan los instintos básicos de la supervivencia, el deseo sexual, la búsqueda de comida, o las respuestas tipo pelea o huye.
Estas respuestas tienden a ser automáticas y programadas, muchos experimentos han demostrado que gran parte del comportamiento humano, se origina en zonas profundamente enterradas en el cerebro.
Nuestro cerebro primitivo reptil que se remonta a más de doscientos años de evolución, aun dirige parte de nuestro comportamiento, en cortejar, tener relaciones personales, elegir dirigentes y es responsable de algunos de nuestros ritos y costumbres.
El sistema límbico está compuesto por un conjunto de estructuras cuya función está relacionada con las respuestas emocionales, el aprendizaje y la memoria.
Nuestra personalidad, nuestros recuerdos y en definitiva el hecho de ser como somos, depende en gran medida del sistema límbico.
Todo lo que ocurre en el medio exterior es procesado en nuestro cerebro límbico, dándole el matiz emocional al experimentarlo.
Son comportamientos mamíferos: el amor, el odio, el altruismo, el deseo, los celos, la angustia, el temor, la culpa.
Nuestro cerebro límbico, permite el clima emocional para propiciar la motivación al logro, ya que trabaja con una serie de neuroquímicos que propician el impulso para dar órdenes al cerebro reptil de movilizarse para efectuar el deseo, o lo que queremos alcanzar.
A la forma efectiva de alcanzar lo que nos mueve o motiva se le ha denominado inteligencia motivacional.
Las emociones tienen un lenguaje que puede ser leído al igual que leemos un libro. Experimentar una emoción, vivirla, sentirla, concentrarte en el cuerpo, en la emoción, permite descifrar qué es lo que se siente.
También se pueden pasar de un estado de ánimo a otro, en un determinado momento podemos estar melancólicos y al recibir una buena noticia pasar a estar feliz. A estos cambios de ánimo, y el poder experimentarlos sin negarlos, se le ha llamado Inteligencia Anímica e Inteligencia Afectiva respectivamente.
Por último, el cerebro cortical, es el cerebro superior, el que nos distingue del resto de los animales. Es la culminación de la evolución.
El neo-cortex ha alcanzado en el hombre una dimensión tan grande que debe plegarse sobre sí mismo para tener cabida dentro de nuestra cabeza. Es el más joven y de mayor evolución, el que permitió el desarrollo del Homo Sapiens.
En él se encuentran las funciones más complejas, como son todos los procesos básicos, aprendizaje, memoria, razonamiento, entre otros. Se encuentra ubicado sobre el sistema límbico.
Según Mac Lean, en él se desarrollan una serie de células nerviosas dedicadas a la producción del lenguaje simbólico, a la función asociada a la lectura, escritura y aritmética.
Está dividido en dos hemisferios, izquierdo y derecho, y es el que nos permite pensar, hablar, percibir, imaginar, analizar y comportarnos como seres civilizados. Recibe las primeras señales de los ojos, oídos y piel, ya que las del gusto y el olfato provienen del límbico.
Es la parte del cerebro que nos permite tomar un plan de acción ante cualquier hecho, es donde nacen la inteligencias intrapersonal e interpersonal, además de llevarnos hacia el próximo paso de evolución humana

martes, 21 de febrero de 2012

¿ Creacionismo o Evolucionismo ?

Desde mi punto de vista diría que todo es según como lo tomen yo lo tomaría mas como por creacionismo si no que el evoluvionismo y creacionismo conjugan mucho y las dos tienes su toque hacia nosotros en fin según mi concepto es que todo se basa según su tiempo por que a través del tiempo va cambiando muchas cosas en las cuales todo se conjuga y se observa que tienen su toque importante tanto en creacionismo y evolucionismo.
la verdad como todo uno quiere encontrar la verdad y sin embargo uno debe ser consiente de muchas cosas ante una solución que uno este buscando por que uno debe tener en cuenta pruebas que sean concluyentes ante lo que ahora vemos si es creacionismo o evolucionismo yo lo veo como creacionismo por que hay escritos en los cuales declaran muchas cosas en los miles de años atrás y mi concepto seria mas como creacionismo.